14 de abril de 2010

Cielito lindo

Sobre un cielo escribo, sentado en un papel,
y oigo ladridos y ladrillos de alguien.

Las casas de goma refugian dolores
y los niños no se cansan de jugar al balón; mi cabeza.

Los cristales son verdes
como los ojos de tu retrato, obsceno y fugaz.

Alguien se esconde en el garaje
con dios y los demás animales.

Intento matar el tiempo,
pero nunca fui capaz de matar una mosca.
Ahora los barrotes de esta prisión son dulces.

Cuando ya no pueda abrir la boca
para pronunciar cuchilladas,
y me insulten las paredes de una existencia rota,
dejaré en un lienzo frío ésta, mi sonrisa;
la sonrisa de un desertor.

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