26 de abril de 2010

Creatividad

Osho, el místico, habla sobre el arte y la creatividad

La creatividad es la mayor rebelión que hay en la existencia. Si quieres crear tienes que liberarte de todos los condicionamientos; si no, tu creatividad no será más que copiar, sólo será una copia. Sólo puedes ser creativo si eres un individuo, no puedes crear si formas parte de la psicología de masas. La psicología de masas no es creativa; va arrastrándose por la vida, no sabe lo que es bailar, cantar, no tiene alegría; es mecánica.

El creador no puede seguir un camino ya trillado. Tiene que buscar su propio camino, tiene que explorar las junglas de la vida. Tiene que ir solo; tiene que marginarse de la mente colectiva, de la psicología de masas. La mente colectiva es la mente más inferior del mundo, hasta los que llamamos idiotas son superiores a la idiotez colectiva. Pero la colectividad tiene sus propios sobornos: respeta a la gente y la honra siempre que continúen insistiendo en que el camino de la mente colectiva es el único camino correcto.

[...]La humanidad solo nacerá realmente el día que se respete al individuo en su rebelión. La humanidad aún no ha nacido, está todavía en el útero. Lo que tú llamas humanidad es solo un engaño. A menos que le demos libertad individual a cada persona, libertad absoluta para que sea él mismo, para que exista a su manera... Y, por supuesto, no debe de interferir con nadie; eso es parte de la libertad. Nadie debe de interferir con nadie más.

Pero en el pasado todo el mundo ha estado husmeando en los asuntos de los demás; incluso en cosas que son absolutamente privadas, que no tienen nada que ver con la sociedad. Por ejemplo, te enamoras de una mujer, ¿Qué tiene que ver eso con la sociedad? Es un fenómeno puramente personal, no le interesa a nadie. Si dos personas están de acuerdo en comulgar en amor, la sociedad no debería interferir. Pero la sociedad se inmiscuye de manera directa e indirecta con toda su parafernalia. El policía se interpondrá entre los amantes, el magistrado se interpondrá entre los amantes. Y si eso no fuera suficiente las sociedades han creado un superpolicía, Dios, para ocuparse de ti.

La noción de Dios es la de un mirón que no respeta tu intimidad ni siquiera en el cuarto de baño, te está mirando por el ojo de la cerradura observando lo que haces. ¡Es horrible! Todas las religiones del mundo dicen que Dios te está observando continuamente; es horroroso, ¿qué tipo de Dios es éste? ¿No tiene otra cosa que hacer que observar a todo el mundo, que seguir a todo el mundo?¡Parece el detective supremo!

La humanidad necesita un nuevo territorio, un territorio de libertad.[...]
La creatividad es la fragancia de la libertad individual.

El intelecto es algo engañoso, es algo falso. Es un sustituto de la inteligencia. La inteligencia es un fenómeno totalmente diferente; es lo real.[...]La inteligencia requiere que vayas siempre hacia lo desconocido, hacia el océano inexplorado. Entonces la inteligencia crece, se agudiza. La gente tiene miedo a lo desconocido, la gente se siente insegura con lo desconocido. No quieren ir más allá de lo conocido, por eso han creado un sustituto falso de la inteligencia, de plástico; lo llaman intelecto.

El intelecto es solo un juego mental. No puede ser creativo.
Puedes ir y mirar en las universidades y ver qué tipo de trabajo creativo se está llevando a cabo. Se escriben miles de tratados; doctorado en derecho, doctorado en filosofía, doctorado en literatura, se otorgan grandes títulos a la gente. Nadie llega a saber nunca qué pasa con sus tesis doctorales en derecho; se van convirtiendo en montones de basura en las bibliotecas. Nadie las lee nunca, nadie se inspira en ellas. Sí, algunas personas las leen; son el mismo tipo de personas que van a escribir otra tesis. Por supuesto las leerán los futuros doctores en derecho. Pero vuestras universidades no crean Shakespeares, Miltons, Dostoievskis, Tolstóis, Rabindranaths, Kahlil Gibrans. Vuestras universidades crean sólo basura, totalmente inútil. Ésta es la actividad intelectual que se está llevando a cabo en las universidades.

La inteligencia es una dimensión totalmente diferente. No tiene nada que ver con la cabeza, tiene algo que ver con el corazón. El intelecto está en la cabeza; la inteligencia es un estado de despertar del corazón. No existe la posibilidad de ninguna creatividad intelectual. Puede producir basura -es productiva, puede fabricar-, pero no puede crear. ¿Y cual es la diferencia entre fabricar y crear? Fabricar es una actividad mecánica. Pueden hacerlo las computadoras; ya lo están haciendo, y de una manera mucho más eficiente que el hombre. La inteligencia crea, no fabrica. Fabricar significa un ejercicio repetitivo: lo que ya ha sido hecho, tú lo vuelves a repetir una y otra vez. Creatividad significa traer algo nuevo a la existencia, hacer un lugar para que lo desconocido penetre en lo conocido, hacer un camino para que el cielo baje a la tierra.

La actividad intelectual puede haceros expertos en algunas cosas, prácticas, eficientes. Pero el intelecto está dando tumbos en la sombra. El intelecto es prestado, no tiene visión propia. El experto, el erudito, el intelectual, no tiene visión propia. Depende del conocimiento prestado, de la tradición, de la convención. Lleva bibliotecas enteras en la cabeza, un gran peso, pero no tiene visión. Sabe mucho sin saber nada en absoluto. Y como la vida no es la misma nunca -está constantemente cambiando, es nueva momento a momento- el experto siempre se queda atrás, su respuesta es siempre inadecuada. No puede responder porque no es espontáneo, sólo puede reaccionar. Ya ha sacado sus conclusiones; va cargado de respuestas preparadas y las preguntas que suscita la vida siempre son nuevas.

Además la vida no es un fenómeno lógico y el intelectual vive a través de la lógica; por eso nunca encaja con la vida y la vida nunca encaja con él. Por supuesto la vida no está perdida, es el intelectual quien está pedido. Se siente siempre como un extraño; no es que la vida le haya expulsado, él mismo ha decidido quedarse fuera de la vida. La vida es más que la lógica: la vida es paradoja, la vida es misterio. Cualquier cosa que estés haciendo a través del intelecto es sólo una interferencia basada en tu lógica; y tu lógica es un invento tuyo.

Todo ser humano nace siendo creativo. Observa a los niños y lo verás: todos los niños son creativos. Poco a poco, destruimos su creatividad. Poco a poco les imponemos creencias erróneas. Poco a poco, los distraemos. Poco a poco, les hacemos cada vez más interesados, políticos y ambiciosos.

Cuando la ambición aparece, la creatividad desaparece, porque un hombre ambicioso no puede ser creativo, un hombre ambicioso no puede amar ninguna actividad en sí misma. Mientras está pintando está mirando hacia delante; está pensando: "¿Cuando me van a dar el premio Nobel?" Cuando está escribiendo una novela está mirando hacia delante, siempre está en el futuro; y una persona creativa está siempre en el presente.

Un hombre que va detrás del dinero, del poder y del prestigio es un mendigo, porque continuamente pide. No tiene nada que darle al mundo. Si quieres fama entonces olvídate de la creatividad. Es más fácil hacerte famoso si eres destructivo. Es más fácil hacerte famoso si eres competitivo, violentamente competitivo. Es más fácil hacerse famoso, si puedes matar y destruir gente. Toda la historia es la historia de los asesinos. Si te conviertes en un asesino es muy fácil que alcances la fama. Te puedes convertir en un primer ministro, te puedes convertir en presidente, pero todo esto son máscaras. Detrás de ellas encontrarás escondida gente muy violenta, gente terriblemente violenta, sonriendo. Esas sonrisas son políticas, diplomáticas. Si la máscara cae siempre encontrarás escondido detrás a un Genghis Khan, un Tamurlaine, un Nadir Shah, un Napoleón, un Alejandro Magno, un Hitler.

Si anhelas la fama, no hables de creatividad. No estoy diciendo que la persona creativa nunca alcance la fama; pero raramente llega, muy raramente. Es más por accidente, y lleva mucho tiempo. Casi siempre sucede que cuando la persona creativa alcanza la fama, ya no está; es siempre póstuma, llega con retraso.

Cuanto más grande es la persona, más tiempo le cuesta a la gente reconocerlo. A la persona creativa le cuesta cientos de años ser reconocida, y eso tampoco es seguro. Por eso, si estás buscando algo en el nombre de la creatividad, entonces renuncia a la idea de ser creativo. Por lo menos conscientemente, deliberadamente, haz todo lo que quieras hacer. Nunca te ocultes detrás de máscaras. Si realmente quieres ser creativo, entonces no se trata de dinero, éxito, prestigio, respetabilidad; entonces disfrutas de tu actividad, entonces cada acto tiene un valor intrínseco. Bailas porque te gusta bailar; bailas porque disfrutas de ello. Si alguien lo aprecia, bien, sientes agradecimiento. Si nadie lo aprecia, no es asunto tuyo preocuparte de ello. Has bailado, has disfrutado; ya estás satisfecho.

Toda la estructura de nuestra vida es tal que se nos enseña que a menos que tengamos reconocimiento no somos nadie, no valemos nada. El trabajo no es importante, pero sí el reconocimiento. Y esto es poner las cosas boca abajo. Tu satisfacción debería estar en el mismo trabajo.

Tal como es ahora, el mundo te tiene atrapado en un patrón miserable. Lo que haces no es bueno porque te guste, porque lo hagas perfectamente, sino porque el mundo lo reconoce, lo premia, te da medallas de oro, te dan premios Nobel. Puesto que no pueden conceder millones de premios Nobel, le han quitado todo el valor intrínseco a la creatividad y han destruido a millones de personas. Han creado el deseo de reconocimiento en todo el mundo, de modo que nadie puede trabajar en paz, silenciosamente, disfrutando de lo que está haciendo.

Los padres, los profesores, están siempre haciendo hincapié en que debes ser reconocido, en que debes ser aceptado. Ésta es una estrategia muy ingeniosa para mantener a la gente bajo control.

Las así llamadas personas reconocidas, la gente distinguida en algo, están llenas de basura y nada más. Pero están llenas de la basura con que la sociedad quiere que se llenen; y la sociedad les compensa dándoles premios.

Cualquier hombre que tenga un sentido de su propia individualidad vive de su propio amor, de su propio trabajo, sin ocuparse en absoluto de lo que piensan los demás. Cuanto más valioso sea tu trabajo, menos posibilidaddes de conseguir alguna respetabilidad por él. Y si tu trabajo es el trabajo de un genio entonces no vas a ser respetado durante tu vida. Durante tu vida serás criticado..., luego, después de dos o tres siglos, te harán estatuas, tus libros serán respetados; porque a la humanidad le cuesta casi dos o tres siglos reunir tanta inteligencia como la que hoy tiene el genio. La diferencia es enorme.

Si eres respetado por idiotas tienes que comportarte de acuerdo a sus costumbres, a sus expectativas. Para ser respetado por una humanidad enferma tienes que estar más enfermo que ellos. Entonces te respetarán. Pero¿qué ganarás tú? Perderás tu alma, y no ganarás nada.

Recuerda, una persona creativa siempre está probando caminos incorrectos. Nunca serás creativo si para hacer algo siempre sigues el camino correcto, porque el camino correcto significa el camino descubierto por otros. Y el camino correcto significa que, por supuesto, serás capaz de hacer algo, serás un productor, un fabricante, serás un técnico, pero no serás un creador.

El noventa y nueve por ciento del arte no es arte en absoluto, es basura. Raramente hay un trabajo artístico, muy raramente. Los demás son solo imitadores, técnicos; gente habilidosa, gente ingeniosa, pero no artistas. Y si ese noventa y nueve por ciento de arte desaparece de la Tierra será una bendición; porque es más parecido a un vómito que a algo creativo.

Todo el mundo entiende el pasado, todo el mundo ha sido educado para entenderlo. Traer algo nuevo al mundo significa que nadie será capaz de apreciarlo; es tan nuevo que no hay ningún criterio con el que pueda ser evaluado.
La humanidad es lenta, está aletargada, se queda rezagada. Y la persona creativa va siempre por delante de su tiempo, de ahí la brecha.

Así que no te preocupes de qué es el verdadero arte. Si haciéndolo disfrutas, si haciéndolo te pierdes, si haciéndolo te sientes inundado de alegría y paz, es verdadero arte. Y no te preocupes de lo que digan los críticos. Los críticos no saben nada de arte. De hecho, las personas que no pueden ser artistas se hacen críticos. Si no puedes participar en una carrera, si no puedes ser un corredor olímpico, por lo menos puedes estar a un lado de la pista y tirarles piedras a los corredores; eso lo puedes hacer fácilmente. Eso es lo que están haciendo los críticos. No pueden ser participantes, no pueden crear nada.

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